No sé cuánto tiempo llevo llorando en el hombro de Samuel.
Como ya estoy mejor, decido dejar de esconderme y enfrentarme a sus críticas.
Levanto lentamente la cabeza y él me mira a los ojos con precaución, como si no
quisiese provocar otra llantina. Ridículo. En estos días he derramado tantas
lágrimas que servirían para llenar un embalse. Además, hace días que no bebo
nada. Sí, definitivamente se acabaron las lágrimas, al menos de momento.
-Lo siento mucho.- le digo- Supongo que te tendrás que
comprar una camiseta nueva.-Su bonita camiseta azul, la cual hace resaltar sus
ojos azul-grisáceos y su pelo negro está destrozada.-Pero…-intento hacer una
broma para romper la tensión-no esperes que te la pague yo.
De pronto, hace algo que no me esperaría por nada del mundo.
Me sonríe. Cuando bromea, luce una sonrisa torcida, burlona. Nunca le había
visto esta sonrisa, que se forma en sus labios pero la alegría no llega a sus ojos,
están llenos de pena. ¿Pena por mí? Ridículo.
-Por supuesto que me la tienes que pagar. Es de un diseñador
muy famoso, ¿Sabes?
Ups, ya la he cagado.
-Eh... lo siento mucho… pero es que aquí no tenemos dinero…
-¡Tonta! Te lo has creído, princesita. Mira que eres
inocente.- ¡Lo conseguí! Ahora parece que sonríe de corazón. Pero decido que
esto no puede esperar.
-Samuel… sobre lo que te he dicho antes…
-¡Sh! ¡No te preocupes! Será nuestro secreto.
Estamos un rato sentados en el camastro sin hablar, pero no
es un silencio incómodo, más bien es como si me estuviera dando tiempo para que
me recuperase. Este chico es una caja de sorpresas. El bosque está tranquilo,
no hay ni rastro de la tormenta que nos obligó a parar nuestro viaje hace unos
días. Recuerdo la tienda. Y el beso. ¿¡Es que no voy a poder estar tranquila un
segundo!? ¿Dónde estará el muy ladino? Samuel me está mirando. ¿Se me notará lo
que estoy pensando en la cara? No creo, soy casi una experta en ocultar mis
sentimientos. Hacía más de dos años que no se los dejaba mostrar a nadie. Y no
recordaba lo agradable que es. Me siento inclinada a confesarme con este chico
de ojos tristes.
-¿Sabes? No lloraba así desde que supe que me mandaban aquí.
Incluso entonces, me mostraba valiente y decidida delante de mi familia y mis
amigos. Sólo me permitía llorar por las noches, en mi cuarto, cuando todos
dormían. Víctor me decía que debía ser fuerte. Y lo he intentado, Samuel, lo he
intentado. ¡He sobrevivido casi dos años y medio! ¿Quién me lo iba a decir? Una
debilucha, una imperfecta.-Miro hacia arriba y veo que Samuel tiene los ojos
clavados en mí. Le miro a los ojos, desafiante, pero no creo resultar muy
convincente, después de tanto llorar. Como se le ocurra hacer una broma, lo
mato.
-Maldigo el día en el que te declararon imperfecta,
Gabriela. No puedes ser más perfecta. Pero, ¿Qué es la verdadera perfección? Tú
eres una chica fuerte y buena. No deseas el mal a nadie. Prueba de ello es que
todavía no me has tirado una piedra a la cabeza, o tirado por el acantilado…
Seamos serios, eres más perfecta que yo. Y quien diga que tus ojos no son
perfectos… ¡Por favor! Puedes derretir el hielo, cuando miras a alguien
enfurecida. Y cuando están tristes esos ojitos tuyos, pueden ablandar el
corazón de cualquiera, por muy impresentable o insensible que sea. En mi
opinión, personas como tú son las que tienen la verdadera perfección. Pero si
gente como tú liderara el mundo perfecto, princesita, esto no estaría pasando.
¡Niños condenados al destierro, como simple escoria, sólo porque no son como
ellos quieren que sean! Deleznable.
Cada vez me sorprende más este Samuel. Dios mío, vaya don de
la palabra.
-Tú sí que serías un buen presidente. Cuando vuelvas al
mundo perfecto, intenta que esto que está pasando no vuelva a ocurrir. Haz que
esto pare, por favor. Si me consideras tu amiga, hazlo por mí. Pero no vuelvas
a buscarnos, Samuel. Este ya es nuestro mundo. No puedo imaginarme en otro
lugar.
Siento su mirada clavada en mí, pero no puedo mirarle. Me
intimida. Me coge el mentón con sus grandes manos, para obligarme a mirarle a
los ojos. Me pierdo un buen rato en su mirada tormentosa, pero
sorprendentemente fuerte y segura, hasta que rompe el silencio.
-Yo te considero algo más que mi amiga, Gabriela. Tú y tu
bondad habéis hecho mella en mí. ¿Cómo crees que me sentí después de lo de mi
hermana? Después de eso, pensaba que no volvería a sonreír. Pero tú lo has
conseguido, princesita. Como te dije antes, ablandas el corazón de cualquiera.
Sus ojos son mucho más azules cuando se pone sentimental.
Estamos peligrosamente cerca. Su mano todavía me retiene por la barbilla. Alza
la otra para acariciarme suavemente la mejilla y retirarme un mechón de pelo de
la cara. Debería apartarme. Entonces, ¿Por qué no lo hago? Me tiene atrapada
como una araña a una mosca en su red. Pero no es por su mano, si no por sus
ojos.
Se oye como una rama se parte cerca, a nuestra izquierda.
Rápidamente, los dos miramos hacia allí. Álvaro está allí, muy quieto, oculto
en parte por un árbol. Sale corriendo y yo intento salir detrás de él, pero mi
pie lo impide.
-Yo iré.-me dice Samuel, y lo veo partir hacia la espesura.
“Nunca lo encontrará”, pienso, Álvaro puede llegar a ser invisible cuando
quiere, y más en su bosque.
¿Cuánto tiempo llevaría escuchando? ¿Qué habrá visto? ¿Se
habrá enterado del motivo por el cual lloro? Pero, ¿Y a él que le importa? ¿No
soy como su hermana? ¿Y qué si Samuel me considera más que una amiga? Eso no
significa nada. ¿O sí? Me voy a volver loca. Mejor dicho, más loca de lo que
estoy.
Hola wapa!, gracias por pasarte por el club y comentar!
ResponderEliminarEspero que te animes a ser parte del mismo, y si es así, aquí te dejo lo que necesito para hacerte la ficha de socia:
Tendrías que decirme cuantos escritos (relatos, historias, poemas, etc) tienes publicados en algún blog o web y cuantos de ellos tienes terminados y cuantos en proceso. También has de facilitarme el enlace dónde hayan sido publicados y en el caso de blogs-novelas, tienes que dejarme link con la dirección de cada comienzo (primer capítulo o prólogo), con sus argumentos y portadas (en caso de tenerlas).
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Ya me dices algo, vale?
Mientras tanto, te deseo un buen Miércoles!, muak!
Gracias a ti, por comentar en mi blog y darme la oportunidad de unirme al club!
EliminarPues sí, creo que me voy a animar. Ahora mismo escribo un email con la información que me has pedido.
Buen Miércoles a ti también! Besitos :)